Adoptar a una mascota adulta
Muchas veces, cuando nos planteamos adoptar un perro o un gato, nos imaginamos uno pequeñito, que podamos criar desde el inicio. Creemos, erróneamente, que un cachorro será más sencillo de educar y se acostumbrará a nosotros y nuestros ritmos de vida de una manera más fácil.
Hoy venimos a desmontar todos esos mitos y te contamos todos los beneficios que obtendrás si te decides por la adopción de una mascota ya adulta.
En primer lugar, estás dando vida: estás dando la oportunidad de tener una familia a un perro o un gato que no lo tiene tan sencillo como un cachorro para ser adoptado, precisamente por los prejuicios y mitos de los que hablábamos anteriormente.
También es importante destacar que un perro o gato adulto, que normalmente ya ha formado parte de otra familia, e incluso es posible que haya estado en un refugio o protectora de animales, suele ser más tranquilo que un pequeño cachorro lleno de energía. Su socialización ya se ha producido con anterioridad con lo que, en la mayoría de los casos, estará acostumbrado a convivir con otras personas y animales.
En las protectoras de animales y refugios pueden orientarte sobre el carácter de las mascotas que allí se encuentran, con lo que te llevarás pocas sorpresas. También hay que tener en cuenta que cuando adoptamos o compramos un cachorro, podemos tener ideas erróneas sobre el tamaño que tendrá cuando sea adulto: esto con las mascotas a partir de cierta edad no pasará.
Las personas mayores, las personas con problemas de movilidad o con otras capacidades pueden verse inmensamente beneficiados de la compañía de una mascota adulta, cuyo carácter sea más tranquilo y, por tanto, su necesidad de actividad física sea menor que en un cachorro.
Otro aspecto para tener en cuenta es que las mascotas adultas suelen saber dónde y cuándo hacer sus necesidades: los gatos no ven el arenero como algo extraño y los perros saben que sus necesidades se realizan en la hora del paseo. También en la mayoría de los casos han superado ya la “etapa destructiva” por la que pasan muchos cachorros de perros y gatos.
Y, por último, al salvar a esa mascota que desgraciadamente, en la mayoría de los casos, ha sufrido un abandono, tendrás un compañero fiel para siempre.
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