Embarazo en mascotas

Aunque siempre os hablamos de la tenencia responsable, esto no limita que queráis que vuestra mascota tenga descendencia. Si habéis tenido en cuenta que alguien se debe hacer cargo de los cachorros, ya sea vosotros mismos u otras personas de vuestro entorno, enhorabuena. Es el momento de que vuestra mascota tenga cachorritos.

Puedes optar por la monta asistida por profesionales, que es lo más recomendable. Consulta con tu veterinario y será quien te dé las pautas o te recomiende la ayuda de una persona experta.

Una vez se produce el embarazo, hay diferencias entre gatas y perras:

En el caso de las gatas, el embarazo suele durar entre 60 y 70 días, pero varía en función de la raza. El principal síntoma de que tu gata está embarazada es que tiene las mamas hinchadas y de un ligero color rojo. También suelen experimentar cambios en el carácter, o incluso vómitos mañaneros y es aproximadamente en la quinta semana de gestación cuando podrás observar que su vientre se encuentra abultado.

Cuando el periodo de embarazo de la gata está llegando a su fin, es frecuente que se encuentre molesta, que los maullidos sean más agudos y frecuentes e incluso que reduzca su ingesta de comida. Es esencial que la tenga siempre a su disposición, junto con agua fresca para evitar la deshidratación. Es importante que la comida que le proporciones en esta etapa sea especial para gatas gestantes, como por ejemplo Fitmin Purity Kitten.

Llegado el momento del parto, la gata buscará un lugar de la casa donde se encuentre segura y confortable. No te asustes si una vez ocurrido el parto la gata se muestra arisca con la familia. Aunque os quiere y os conoce, el instinto maternal es tan fuerte que no puede evitarlo. Dadle tiempo y todo volverá a la normalidad.

En el caso de las perras, el embarazo suele tener una duración de unos 2 meses. En la primera etapa de la gestación, podrás observar el cambio de color de sus mamas hacia un rosa intenso, junto con la hinchazón de estas. También en una primera etapa del embarazo puede ser que la perrita tenga secreciones de líquido transparente o rosa muy claro. Al igual que ocurre con las gatas, pueden experimentar cambios de carácter y posiblemente observes que duerme más de lo habitual.

Es a partir del primer mes de embarazo cuando podrás darte cuenta de su vientre abultado e incluso es posible que experimente molestias estomacales con vómitos. En este aspecto es importantísimo cuidar su alimentación, con alimentos específicamente diseñados para esta etapa de su vida, como Dibaq Sense Salmón y Pavo, que contiene todos los nutrientes que necesitan.

Cuando se acerca el momento del parto, es conveniente dejar a la perra tranquila, pues ella misma buscará el lugar donde se encuentre más cómoda para dar a luz.

Tanto si tienes una perrita o una gatita embarazada, es importante que tengas a mano el teléfono del veterinario de urgencia porque, aunque en la mayoría de los casos el parto se desarrolla con normalidad, tienes que estar prevenido ante una posible complicación.

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