¿Sabías que tu perro puede ser celíaco?
El gluten es una proteína que se encuentra en las semillas de cereales como el trigo, principalmente, pero también en otros como la avena, la cebada o el centeno. Cualquier alimento que contenga estos cereales, aunque sea en forma de trazas, también puede decirse que tiene gluten. Aunque la mayoría de los perros toleran bien todos los alimentos, al igual que las personas, algunos pueden sufrir intolerancia a esta proteína. ¿Quieres saber cuáles son los síntomas, diagnóstico y tratamiento de los perros intolerantes? Pon atención a tu mascota y a su forma de actuar para descubrir cualquier indicio de esta enfermedad.
¿Qué es un perro celíaco?
Un perro sensible o con intolerancia al gluten significará que, cada vez que consuma algún alimento que contenga esta proteína, su estómago no podrá digerirlo bien, haciendo que se produzcan lesiones en las vellosidades intestinales. Esto le puede acarrear una inflamación crónica en el intestino u otros problemas graves, por lo que si notas a tu perro más cansado que de costumbre, desganado a la hora de jugar o menos activo, no dudes en consultar a tu veterinario. Este realizará análisis de sangre y de orina que diagnosticarán cualquier posible anomalía.
Los perros celíacos suelen haber heredado esta patología de alguno de sus familiares más directos y se manifestará en sus primeros años de vida. Como existe un importante componente genético en el padecimiento de esta enfermedad, hay determinadas razas que son más propensas a la intolerancia al gluten que otras, como es el caso del Setter Irlandés y el Samoyedo.
Síntomas más evidentes
Saber si tu perro no tolera el gluten puede ser algo difícil de diagnosticar, pero algunos síntomas frecuentes pueden darte pistas sobre lo que le está sucediendo a tu compañero de cuatro patas.
- Diarreas y vómitos. Los principales síntomas que presentará un perro celíaco serán problemas digestivos, debido a que las vellosidades intestinales se han visto afectadas y no pueden realizar de forma normal su función. Por este motivo, tu amigo peludo puede sufrir diarreas o vómitos a los pocos minutos de haber comido. Si estos cuadros clínicos son persistentes podrían provocar una malnutrición o deshidratación.
- Síntomas en la piel. Tu perro puede sufrir pérdida de pelo, descamación y sequedad en la piel. Son especialmente frecuentes los picores en las orejas o en el ano.
- Dificultad para respirar. La ingestión de gluten también puede afectar a las vías respiratorias, causando inflamación, picor o estornudos, debido a la irritación de la garganta y las fosas nasales.
- Bajada de peso. Los síntomas anteriores pueden hacer que tu perro vaya perdiendo su condición corporal normal, baje de peso o llegue a sufrir desnutrición.
Eso sí, no hay que confundir una intolerancia con una alergia. Esta última es una reacción del cuerpo a algo que el organismo no tolera. Sin embargo, la intolerancia, como por ejemplo al gluten, es una enfermedad que irá dañando el intestino delgado u otros órganos a medida que se vaya consumiendo ese alimento.
Mi perro es intolerante al gluten, ¿qué hago?
Si crees que tu perro padece intolerancia al gluten o alergia a algún cereal, lo primero que debes hacer es consultar a tu veterinario. Lo más probable es que, tras el diagnóstico, debas ofrecer a tu compañero de cuatro patas una dieta libre de gluten o cereales -aunque en algunos esta proteína no está presente, como en el arroz, la quinoa, el maíz o el mijo-.
No todas las marcas de alimentos para perros ofrecen una gama especial para cuidar su sistema digestivo. Sí es el caso de Dibaq Sense, la exclusiva gama de alimentos hipoalergénicos libres de grano y gluten de Dibaq, que elabora todas sus recetas con el objetivo de respetar los requerimientos nutricionales naturales de los canes y fortalecer su sistema inmunológico, evitando alergias o problemas digestivos. ¡Pruébalo y cuéntanos qué tal evoluciona tu pequeño amigo!
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