La curiosa visión felina, ¿cómo ven realmente los gatos?
Los ojos de los gatos son enigmáticos. Su forma y color han sido objeto de mitos y creencias a lo largo de la historia y se habla mucho sobre su curiosa visión: si distinguen o no ciertos colores, si son capaces de ver en la oscuridad, si enfocan bien o no en las distancias cortas… ¿Pero sabes realmente cómo ven los gatos?
Pese a que los ojos de los gatos tienen mucho en común con los de los humanos por el hecho de ser mamíferos, estos felinos tienen una perspectiva del mundo muy distinta a la nuestra. Unas peculiaridades que responden a su evolución como animales cazadores que son. Te contamos las curiosidades de la visión de los gatos que probablemente desconocías.
Sin visión la primera semana
La visión de los gatitos es una gran virtud, pero no pueden disponer de ella hasta el séptimo día de salir al mundo, dado que nacen con los ojos cerrados y los mantienen así durante toda una semana. Mientras los sentidos del olfato, el gusto y el tacto empiezan a desarrollarse durante sus primeros días de vida, la vista y el oído no lo hacen hasta la segunda semana. A partir de entonces, ambos sentidos comenzarán a evolucionar de forma exponencial; los gatos adultos poseen un olfato 30 veces más sensible que el de las personas, un oído hasta cuatro veces más agudo y una visión que le permite ver hasta ocho veces mejor que el ser humano, especialmente en ambientes con poca luz.
Campo de visión más amplio
Si te fijas, los ojos de los gatos son mucho más grandes que en otras especies animales. Una evolución que le ha servido para mejorar su visión periférica, teniendo un campo visual mucho más amplio que el de los seres humanos, especialmente a la hora de atrapar a su presa. Según los científicos, el ojo minino controla un entorno de visión de 200 grados en comparación con el de una persona, que solo alcanza los 180 grados. Es la misma razón por la que poseen una vista binocular, una característica que les permite ampliar el campo de visión, algo imprescindible para los depredadores.
Perciben los colores
Hay una creencia popular extendida sobre que los gatos ven en blanco y negro, pero esto no es así. Un minino es capaz de percibir ciertos colores, pero son parcialmente daltónicos, ya que solo son capaces de distinguir con claridad los azules y amarillos, mientras que, por ejemplo, los rojos y verdes los ven como grises. Sin embargo, está demostrado que los gatos, al igual que sus compañeros perrunos, son capaces de captar la luz ultravioleta, de ahí que a veces detectes algún comportamiento extraño en tu minino si se queda mirando hacia algo que tú mismo no puedes ver.
Caminantes de la noche
Pese a su deficiencia para percibir los colores con el brillo y la saturación con la que los vemos las personas, la evolución de su visión ha hecho que los gatos sean capaces de ver tonos grises en un entorno de oscuridad. Siempre dejando claro que los gatos no son capaces de ver en una oscuridad absoluta, sí tienen la cualidad de distinguir su entorno a la perfección en condiciones de poca luz, cuando, por ejemplo, cae la noche. Esta característica se produce gracias a una especie de espejo que tienen en su retina, que es capaz de reflejar la luz y amplificarla. Es el denominado tapetum lucidum, la parte que hace que sus ojos brillen en la oscuridad y la que les permite seguir su actividad cuando tú ya estás disfrutando de un sueño reparador con las luces de casa apagadas.
Pupilas rasgadas
Es una de sus principales características de los ojos de los gatos y es que, a diferencia del punto negro que tenemos los seres humanos y de otros animales, estos poseen una especie de ranura rasgada que les permite controlar mejor la luz que les entra en el ojo, moderando la apertura de la pupila según sus necesidades y la luz que haya en el ambiente.
Tu gato necesita gafas
Has de saber que tu gato es hipermétrope. Sí, eso quiere decir que si fuese un ser humano necesitaría gafas para ver bien de cerca. Los pequeños peludos no enfocan bien los objetos que están a menos de un palmo y medio de distancia de sus ojos. Cuanto más próximo tenga un objeto peor lo percibirá. Pero aunque esto te pueda parecer una deficiencia importante, para tu gato no lo es tanto ya que su vista está adaptada a su necesidad de cazar y lo que nunca hará será acechar a una presa tan de cerca.
Seguro que te has sorprendido con algunas de estas particularidades de la visión gatuna, así que ahora es el turno de que te fijes en esos curiosos atributos de tu minino y te des cuenta de que lo que posee es en realidad una ¡súper visión!
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