Vixen trae la Navidad a nuestros peluditos

Siempre pensamos que Santa tenía 9 renitos, pero en realidad son 8 y Vixen, su perrito y fiel compañero. Vixen recibió ese nombre por lo juguetón, alegre y travieso que es. 

  El día de Nochebuena en el Polo Norte, mientras Santa Claus y sus renos se preparaban para la gran entrega de regalos, Vixen, decidió llevar la alegría de la Navidad a los perritos que vivían en las casas que visitaría Santa esa noche, asegurándose de que también disfrutaran de una cena navideña mágica.

  Este año Vixen sintió que quería hacer algo especial por los perritos que siempre esperaban emocionados la llegada de Santa Claus.

  Con la ayuda de los elfos y la familia Claus, preparó latitas llenas de guisos tradicionales, igual que los que Santa disfrutaba en su cena de Nochebuena. Cada lata estaba llena de deliciosos ingredientes frescos, todas hipoalergénicas, preparadas con mucho amor y cuidado.

  Cuando Santa estaba a punto de salir en su trineo mágico, Vixen se aseguró de que la cesta con las latitas de guiso estuviera lista. Colocó cada lata con cuidado, asegurándose de que estuvieran bien cerradas y listas para ser entregadas en cada casa que visitarían.

  A medida que Santa y Vixen volaban por el mundo entregando regalos, Vixen se encargaba de llevar las latitas de guiso a las casas en las que sabía que había perritos esperando. Cada vez que llegaban a una casa con un perro, Vixen saltaba del trineo con la cesta de latitas y las dejaba en el suelo frente a la puerta.

  Los perros, sorprendidos y emocionados, olían el delicioso aroma y ladraban de felicidad al ver las latitas de guiso. Sus dueños sonreían y agradecían a Santa Claus y a su leal perrito por llevar una cena navideña mágica a sus mascotas en esta noche especial. 

  Vixen disfrutaba viendo la alegría de los perros y sabía que había hecho un gesto especial en esta Navidad. A medida que continuaban su viaje, la cesta de latitas de guiso se iba vaciando, pero el corazón de Vixen se llenaba de satisfacción al saber que había llevado un poco de magia navideña a los amigos peludos en esta mágica noche.

  Al final de la Nochebuena, cuando regresaron al Polo Norte, Vixen se acurrucó junto a Santa y se quedó dormido, sabiendo que había cumplido su misión de llevar alegría y una cena navideña mágica a todos, incluso a los más pequeños y fieles amigos de cuatro patas en el mundo.